Educación 360: La importancia de incorporar un idioma como una experiencia integrada
La educación es un proceso en constante evolución, y en la actualidad, estamos frente a un cambio importante en la forma de aprender y en cómo se preparan las personas para este mundo cada vez más globalizado. Uno de los aspectos clave para esto es la incorporación de un idioma como segunda lengua con el objetivo de aprovechar al máximo los beneficios que nos trae la interconectividad y las oportunidades globales.
En este blog, exploraremos la importancia de esta nueva perspectiva de la educación 360, que busca inculcar un segundo idioma de manera integral en la vida de los estudiantes.
El desafío de la globalización
Hoy en día, la comunicación transcultural es esencial. Las fronteras ya no son barreras insuperables, y las oportunidades laborales, los viajes y la colaboración internacional son parte de la vida cotidiana. Es por eso que el conocimiento de un segundo idioma se ha convertido en algo imprescindible. No se trata solo de abrir puertas en el ámbito laboral, sino también de enriquecer la vida personal y la comprensión de otras culturas.
Hoy estamos viviendo ese futuro que nuestros padres quisieron hacernos ver cada vez que los escuchábamos repetir la idea que el inglés abriría nuestras puertas al mundo.
Desde el punto de vista educativo, este nuevo concepto de “educación 360” hace foco en la integración del aprendizaje en todas las facetas de la vida del estudiante. Esto va más allá de las clases en sí y se convierte en una experiencia cotidiana y natural.
Existen muchas maneras de integrar el idioma a nuestro día a día e incorporarlo de una forma natural. Lo importante es poder hacerlo del mismo modo en el que aprendimos nuestra lengua madre.
- Inmersión cultural: Exponer a los estudiantes a la cultura de la lengua que están aprendiendo es fundamental. Esto puede lograrse a través de eventos culturales, intercambios estudiantiles o la incorporación de elementos culturales en las actividades desarrolladas en clase.
- Uso cotidiano: Fomentar el uso del idioma en situaciones diarias, como la comunicación en línea, la música, el cine y la lectura. Es importante que los alumnos sientan la necesidad de comunicarse en esa lengua para entenderla como una herramienta útil y relevante en su vida cotidiana.
- Proyectos interdisciplinarios: Integrar el idioma extranjero en proyectos y actividades que aborden otras materias, como el uso de la lengua en actividades referidas a su ámbito laboral o de estudio. Esto sirve para afianzar el conocimiento y ganar confianza en su uso.
- Viajes y experiencias internacionales: La oportunidad de vivir en un entorno donde se hable el idioma objetivo es una de las experiencias más enriquecedoras que pueden vivir los estudiantes. Esta inmersión total acelera el aprendizaje y la comprensión cultural.
Como todo proceso integrador, aprender una lengua para poder sentirla parte de cada aspecto de nuestra vida cotidiana trae beneficios que ayudan a superarnos tanto en ámbitos sociales como laborales.
Algunos de estos son:
- Mejora de la competencia lingüística: Los estudiantes adquieren una fluidez y confianza en el idioma mucho más rápido cuando lo utilizan en contextos reales y significativos.
- Mayor apertura cultural: Aprender un idioma de esta manera ayuda a comprender y apreciar las diferencias culturales, promoviendo la tolerancia y el respeto.
- Habilidades interdisciplinarias: La capacidad de utilizar el idioma en diversas áreas fortalece las habilidades de resolución de problemas y comunicación en general.
- Preparación para el mundo laboral: En un mundo cada vez más globalizado y competitivo, el conocimiento de un segundo idioma es un activo valioso que marca diferencia.
La educación 360, que incorpora una segunda lengua como una experiencia integrada, es mucho más que aprender a comunicarse en otro idioma. Se trata de adoptar un enfoque holístico que enriquece la vida de los estudiantes y los prepara para un futuro globalizado. Esta forma de educación no solo desarrolla el conocimiento que se intenta inculcar, sino que forma a personas más competentes y con mayores aptitudes para enfrentar los desafíos globales a los que estamos expuestos en el mundo actual.
En Move On, esta perspectiva de educación se convirtió en una filosofía. Nuestro objetivo es hacer que el estudiante piense, sienta y viva en la segunda lengua.
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